Etimológicamente hablando, la palabra fitoterapia viene del griego fyton que
significa planta, y therapeia, terapia, o tratamiento médico, es decir, la
fitoterapia es la ciencia que trata al hombre, bien sea en tiempo de enfermedad,
o en estado saludable como prevención, básicamente con sustancias extraídas de
las plantas o, directamente con las plantas, también se conoce con el nombre de
herbolaria del latín herba, hierva.
Aunque no existen registros o documentación
fiable sobre el inicio del uso de las plantas con fines terapéuticos, la
tradición oral basada en la experiencia y transmitida de generación en generación,
atribuye a la cultura China, su utilización desde tiempos inmemorables. Lo cierto
del caso es que la humanidad ha usado la
fitoterapia y la sigue usando como agente sanador.
En algún
momento de la historia, el uso de la fitoterapia se vio reducido notablemente,
merced a los estudios realizados en el campo de la química, y la aparición
innovadora de los medicamentos, pero
este auge bajó, considerablemente, ante la aparición de efectos negativos secundarios, retornando, y con gran fuerza, al
uso de las plantas medicinales, incluso en la actualidad, la farmacopea
occidental, ha volcado sus estudios hacia la profundización de las virtudes
curativas, preventivas, o nocivas de las plantas.
La
realidad, es que las plantas ostentan hoy un record de uso a nivel mundial,
igual o superior a los medicamentos químicos, cabe anotar, que este benéfico descubrimiento
de la ciencia, en muchas de las patologías existentes, es eficaz e
insustituible.
Sin
embargo, los remedios caseros de nuestras abuelas, siguen representando, una
opción válida para el alivio, y la curación de muchas enfermedades.
De
igual manera, la automedicación
representa un riesgo para la vida, así se trate de plantas conocidas, se estima
que el 90% aproximado de las personas que acuden a los usos curativos de las
plantas, lo hacen de manera autónoma en la práctica domestica, por lo cual se
recomienda buscar siempre la asesoría de un experto en medina natural, incluso,
la medicina occidental, utiliza en la actualidad, bastante medicación naturista.
Precauciones:
·
Su
uso debe ser prudente durante el embarazo.
·
Evitar
los excesos en las dosis.
·
Si
se sabe, o se sospecha que una planta es toxica, vale asesorarse de un
profesional.
· Tener
en cuenta, en caso de padecer varias patologías, las posibles
contraindicaciones.
· Los
tiempos excesivos de uso, pueden ser contraproducentes, o perderse la
efectividad del tratamiento, generalmente se recomiendan tres semanas y suspender
por el mismo tiempo, antes de volver a utilizarse.
·
En
el caso de los niños, las dosis y los tiempos son reducidos.
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